"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
martes, 16 de diciembre de 2014
UN ANTICUARIO PARECIDO A BORGES
A simple vista, el objeto carecía
de atractivo. Un prisma turbio, como sobado
por muchas manos.
Sin embargo, el anticuario insistía
en que nada en el mundo
le era comparable.
La condensación, en un solo punto,
del exuberante presente,
el dilatado panorama de la vida
que está sucediendo en cualquier parte.
Eso dijo.
Salí del establecimiento sin creerle.
Pero pongamos por caso que yo errase
y se pudieran ver, al mismo tiempo,
el oro sudoroso
de la cópula de los tigres,
juncos desarbolados por el tifón
en bahías orientales,
la hierba espesa y dura
de las Pampas,
un sepulcro toscano
de la época de los etruscos,
la restallante violencia,
las bandas de música,
los rebaños de hombres...
Habría adquirido entonces
un pasaporte para la locura.
Y a ver cómo volvía luego a mi trabajo
o recordaba pagar el alquiler.
lunes, 1 de diciembre de 2014
BESO
Tímido, leve, inaugural, sedoso,
serpentina que roza tiernamente,
espuma en el latido de la fuente,
embelesado labio apetitoso.
Incitante después, quizá animoso
por el anillo que se cierra urgente
sobre la boca bruja, ya demente
de un anhelo de amar impetuoso.
Llega a dación total, ciego de celo,
los peces de las lenguas entrelaza
y al mundo anula con su ardiente rosa...
No me dolió cortar, pues quedó un cielo
donde me vi a mi mismo, con la traza
de aquel Anquises que besó una diosa.
martes, 18 de noviembre de 2014
LA MAGIA
Más que el champán, que nos llenó las bocas,
que la cómplice noche con su manto,
más que el mezclado aliento, que el encanto
de las besadas rimas que provocas.
Y más que las caricias, que las locas
y ebrias carcajadas... Más que cuanto
pudimos abrazar, estrechar tanto,
latiendo en magma de fundidas rocas.
Más ungieron de amor mi adusto ceño
unas palabras tuyas, como el brillo
que al mundo baja de celestes planos.
"Te quiero -me dijiste en un ensueño-.
Toma mi corazón, mi pajarillo
asustado y feliz entre tus manos...".
lunes, 3 de noviembre de 2014
EL RAYO DE LUNA
El hijo de Selene, peregrino,
emprende desde el cielo la aventura
y sobre el lecho de la tierra oscura
aliento posa de fugaz platino.
Luminoso e ingrávido, argentino,
todo quiere abarcar... Ya se apresura
en verter laca de su lluvia pura
como la copa que derrama un vino.
Hasta que, hallando lo que tanto espera,
repara en el dormido cuarto bello
en que mi amor su desnudez descubre.
Y entonces, deteniendo su carrera,
los muslos, blancos senos, el cabello...
con largo beso delicado cubre.
lunes, 20 de octubre de 2014
LA HELADA
Mirad el llano cuando rige Enero...
Aguardan primavera los pastores
y el gris sudario de lejanas flores
vuelve al terruño avaro semillero.
Ved cómo cruje el paso, cómo, fiero,
azota con su fusta los alcores
el despiadado cierzo, en los albores
del año que tirita pordiosero.
Pues, pese a todo, tal invierno es nada
al comparar con el desdén que hiere
clavando crudo su implacable espada.
Definitiva escarcha, sólo infiere
que la ilusión del alma enamorada,
presa del hielo, languidece y muere.
lunes, 6 de octubre de 2014
POETAS ROMÁNTICOS INGLESES: CANTO XIII
Ven a mí. Ahora que la noche
arrastra su mortaja sobre la ciudad
de las multitudes sin nombre,
trayendo para muchos el bálsamo del sueño
y para otros la desvelada
preocupación, la insidiosa conjura,
ven, que nunca había estado
mi alma tan dispuesta a abrazarte,
ni eran tan tuyas mi soledad
ni esta hambre de ti.
Apartemos la vista del decrépito,
que se pega a su lecho
como si fuera una frágil tabla
de salvación sobre el mar de sus temores,
del dormido burgués,
que echa tan bien sus cuentas
después del copioso ágape,
de los desesperados, bajando
en su condena hasta el infierno
con turbulentas pesadillas.
A todos esos no les pertenece tanto
la noche como a nosotros, Hada
mía, cuando la desnudez
es suficiente para encender el aire
y en el altar de plata de la Luna
nuestros cuerpos lentamente se inmolan
hasta matarse a sí mismos,
viviendo luego
bajo la renacida piel del otro.
Yo te presiento en mí y te llamo,
acuciando tu llegada,
tu entrega, tu aliento jadeante,
el bronce de tus muslos, el cálido
monzón que derraman tus besos:
húndete en mis entrañas
igual que un ávido florete,
vuela en mi horizonte,
piérdete en esa hondura, que ya es tuya
también, pues por mucho que busque
el fanal del hastío ya no te encontrará...
lunes, 22 de septiembre de 2014
EL EJÉRCITO DEL INVIERNO
Amanecimos cercados.
Los árboles sin hojas,
hechos cautivos,
sucumbían bajo telarañas de escarcha.
Todo el campo representaba
un derribado y sucio tendedero.
Jirones de nubes, detenidos en el aire,
se desplomaban después
y eran hollados
por cientos de caballos fantasmales.
Una especie
de acerado cristal nos oprimía.
Al caer la tarde, aquí y allá
las fogatas de los campamentos
latían en la luz mortecina.
Las barbas de los soldados,
brillantes de nieve desmenuzada,
temblaban bajo el murmullo
de idiomas bárbaros, que el viento
recibía para proyectar entre ráfagas.
Cerca de la rubia chimenea,
yo pensaba en las leyendas medievales
y más antiguas.
Resulta difícil entenderse
cuando tú, mientras tanto,
tan sólo respirabas hostilidad,
como si para siempre
te hubieran arrebatado las playas
de Alicante y la ocasión, con ellas,
de lucir el palmito.
lunes, 8 de septiembre de 2014
INTIMIDAD
Morder la rosa que tu labio ofrece
entreabierta, sensual... Ser el bajío
de tu boca velera, el lento estío
del beso que la entibia y humedece.
Sobre tu piel, que al tacto se estremece,
deslizarme con dedos de rocío...
Pulsar un clavicordio. Ver el río
que en tu desnudo cuerpo resplandece.
En un turgente frenesí de dunas
mis brazos anudar... Sentir que, añejo,
este fuego despierta si lo acunas.
Para después temblar, acto reflejo,
las cadenas soltando de dos lunas,
y hacer mi carne de tu carne espejo.
lunes, 11 de agosto de 2014
NINFEO
Si sabes, ninfa, hacer que me enamore
con la amapola urgente del deseo
y al hilo de tu angosto devaneo
que ya en la calle o entre rejas llore,
conseguirás seguro que te adore,
pues todo lo que escucho y lo que veo
lo llenas tú, con alto pastoreo
que no admite que norma lo valore.
Moras como gigante diminuto
en mi cuerpo mortal, me ves caerme
y levantarme limpio con tu fruto.
En mí penetras para poseerme.
En mí te quedas para, en tu absoluto,
el corazón de pulpa deshacerme.
lunes, 14 de julio de 2014
POETAS ROMÁNTICOS INGLESES: CANTO XII
El último día del mundo es este día
en el que tengo que alejarme de ti.
Y, sin embargo, nubecilla, halo
polvoriento, evaporada sombra, humo,
siendo ya casi nada,
sé que en adelante el poco
o mucho tiempo que me reste
hasta volver a lo que éramos
residiré en tu apartada esencia.
El delgado umbral de mi vida
no será, pues, la soledad,
ni atenderé las peticiones
de mi desfalleciente alma sin oírte,
ni tampoco las manos que alce
para cubrirme del Sol
dejarán de notar tus propias manos.
Aunque un vasto territorio
nos separe, no puede evitar
en modo alguno
ese doble latido de mi corazón
al albergar tu sueño.
Diseñando los edificios fugaces
de los poemas siempre te incluyo a ti;
habito, duermo, pienso...
y en todo vas conmigo,
que las manzanas de mis palabras
ya condensan tu sidra,
y mi pesar tu lluvia,
y cualquier cosa que haga
jamás estará libre
de tan íntima complicidad.
Si acaso elevo al Cielo mi plegaria
estoy seguro de que también
se redime tu boca;
y si llego a llorar
siento que las estrellas
tiemblan al unísono
en las bañadas mejillas de los dos.
martes, 1 de julio de 2014
DON DE LA PALABRA
No me acostumbro a oírla
en boca de políticos:
los muy apestosos.
Tampoco creo que en pólizas,
folletos, reclamaciones
administrativas
o títulos de propiedad
pueda enorgullecerse.
Si a la criatura humana
se le otorgó este don no fue
para ser malgastado en todo esto.
Decir acaso
que "este Sol de enero
recorre el cielo en su brasero de ámbar",
o que "la musa peina
el oscuro abanico de sus cabellos
sin saber que la estoy contemplando",
se acerca certeramente a lo esencial.
El íntimo deseo de comprimir
la belleza es la forma
pasajera, el pálpito fugaz
que nos hace partícipes de lo eterno.
Cabe calentarse
con esta certidumbre
en medio de la fría soledad del mundo.
Cabe echar al olvido
los desperdicios de unos cuantos telediarios.
lunes, 23 de junio de 2014
LO QUE ERES
Dueña y señora que divinas mieles
derramas en mi frente, boca, ojos;
alcaldesa que abate los cerrojos
para que escapen mis palomas fieles.
Gobernanta de todos mis pinceles;
ama de llaves para mis antojos;
enfermera paciente en los enojos;
duquesa que hace rosas de las hieles.
En mi ajedrez, la Dama que conquista,
amazona con arco o cazadora
buscando presa con la blanda vista.
Soberana de ayer, mañana, ahora;
y, sin nada que estorbe ni resista,
emperatriz de un alma que te adora.
jueves, 12 de junio de 2014
INVENTARIO
Haces que el fardo de la edad sostenga
con su ilusión el ánima de cierto
y que tu claro astro, descubierto,
todas las noches a mi lecho venga.
Logras que el aura a levantar se avenga
las velas de mi pluma, que en concierto
navegue mi palabra y que en tu puerto
singladura de estrofas se detenga.
Por si esto fuera poco todavía,
pones ante mis pies una vereda
que largamente mi destino guía.
No puede ya talarse esta arboleda,
ni habrá celosa y ciega tiranía
que al sentimiento reprimir conceda.
lunes, 2 de junio de 2014
POETAS ROMÁNTICOS INGLESES: CANTO XI
Cuando contemplo en el cielo
el batallar de la confusa tormenta,
y en las copas de los árboles el azote
del viento, que golpea semejante
a un agitado corazón,
mirando el desorden tempestuoso
que de improviso somete
a la Naturaleza a su albedrío,
deshaciendo la arquitectura del sosegado
mundo y volviéndolo a reconstruir
conforme al designio de una hora.
Cuando presencio en la cumbre
despeñarse torrentes de piedra,
con el fragor de la avalancha
que devora los contornos de algún cuadro
bucólico, atronando la quietud
de los valles dormidos,
obligados por fuerza a enrolarse
en la violenta rebeldía
de los titanes apresados en la tierra,
que quieren de su argolla libertarse.
Cuando al borde del acantilado resbaladizo
escucho el rugido insistente
de las panteras marinas, el grito
de la selva de olas y espumas
que se abre bajo mis pies,
perturbadora visión obsesiva
dueña de las débiles potencias del ánimo,
dédalo verde y gris, destino
frente al que reconozco
de manera completa mi reflejo de náufrago...
En tales momentos lentamente comprendo
que mi soledad sólo encuentra paz
en medio del trastorno, que habiendo abandonado
el Amor a mi vida nada en el orbe
guarda ya el equilibrio, que mis lágrimas
anhelan la destrucción
y que, en ausencia de aquélla
que en su ser infinito me embriagó con su gracia,
el emocionado cultivo de lo hermoso
se torna adicción irremediable
al opio de deseos que nunca se alcanzaron.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)